Los cuadros de bicicleta de acero siguen encontrando un uso generalizado, siguen siendo una opción de material principal para los fabricantes personalizados y se convierten cada vez más en una preferencia para los entusiastas de la bicicleta. Al igual que los marcos de aleación de aluminio, los marcos de acero a menudo se someten a procesos de soldadura para reducir el peso, y los marcos de acero modernos presentan formas de tubos más diversas que sus contrapartes más antiguas de sección redonda.
La mayoría de las bicicletas con cuadro de acero orientadas al rendimiento están fabricadas con acero al cromo-molibdeno, mientras que todavía se puede encontrar acero de alta resistencia en cuadros económicos. Los marcos de acero con diferentes composiciones exhiben diferentes características de rendimiento, con aleaciones clásicas como Reynolds 531, que denotan las proporciones de manganeso, carbono y molibdeno en la aleación.
Hoy en día, proveedores de marcos como Dedacciai y Columbus ofrecen una gama más amplia de opciones, lo que destaca la versatilidad de los marcos de acero en términos de composición y forma de los tubos. Según los expertos, esta flexibilidad permite la creación de cuadros touring robustos o cuadros más ligeros, dependiendo de las necesidades específicas del ciclista.
El acero inoxidable también está surgiendo como una opción, y se afirma que su resistencia rivaliza o supera la del acero al cromo-molibdeno. A pesar de su mayor resistencia, el acero inoxidable de calidad profesional diseñado para cuadros de bicicletas mantiene niveles de resistencia comparables y al mismo tiempo es resistente a la corrosión.
¿Qué distingue a los marcos de acero?
Los principales inconvenientes del acero son su peso y costo, lo que lo hace más pesado y caro que el aluminio. Sin embargo, su resistencia y durabilidad permiten a los fabricantes de marcos utilizar tubos de menor diámetro y paredes más delgadas manteniendo al mismo tiempo la rigidez deseada del marco, aunque con peso adicional.
A diferencia del aluminio y la fibra de carbono, el acero se puede reparar con relativa facilidad si se daña en un accidente. También presenta un límite de fatiga, lo que le permite soportar tensiones por debajo de este límite indefinidamente sin fallar, a diferencia del aluminio, que puede experimentar fatiga del metal con el tiempo.
Las propiedades inherentes del acero contribuyen a una experiencia de conducción "elástica" o cómoda, incluso si su relación rigidez-peso no coincide con la del aluminio. Por esta razón, el acero sigue siendo una opción habitual para las bicicletas boutique y personalizadas, así como para las bicicletas de turismo y de larga distancia, donde el peso es menos importante que la durabilidad y la vida útil.
Sin embargo, a menos que estén construidos con acero inoxidable, los marcos de acero requieren pintura para evitar la corrosión causada por factores externos, y puede ser necesaria pintura interna para evitar la oxidación.
Ventajas de los cuadros de bicicleta de acero:
- Robusto, duradero y resistente a la fatiga
- Bajos costos de mantenimiento
- Alto confort de conducción
- Más asequible que el titanio.
Desventajas de los cuadros de bicicleta de acero:
- Relativamente pesado
- Más caro que el aluminio
- Menos diversidad de formas de tubos en comparación con el aluminio
- Susceptible a la corrosión si no se mantiene adecuadamente